Coaching. Massaccesi regresa a Tandil con "Soltar para ser feliz" y reflexiona sobre la felicidad, el miedo y el cambio interior

La felicidad como elección y herramienta Massaccesi compartió su visión sobre la felicidad, señalando que para él es una decisión consciente y una herramienta para enfrentar los desafíos de la vida. "Cuando me preguntan cómo estás, siempre respondo 'bien'. Ese es el secreto que encontré y que a mí me funciona. Es como armar una caja de ahorro de felicidad para que cuando te vienen tiempos que son... desafiantes, no me gusta llamarlos tiempos malos", explicó.

El periodista comparó esta actitud con quienes en las zonas rurales ahorran agua para las épocas de sequía: "Yo hago eso con mi felicidad. Entonces siempre estoy bien. Aunque haya días que son días de porquería. En los días en los que hay situaciones que no las esperaba, que no me gustan, que me joden, siempre hay como un colchoncito de felicidad donde me puedo recostar. Y esa es, a mi juicio, la gran clave".

Vivir el presente y evitar anclarse en el pasado o el futuro

También reflexionó sobre la importancia de no postergar la felicidad ni aferrarse al pasado. "La felicidad no tiene que ser un sueño. La felicidad tiene que ser algo concreto, tangible, de todos los días. Si la felicidad está en el futuro, nunca la voy a vivir en el presente porque siempre es como una zanahoria que voy persiguiendo. Si está en el pasado, quedo anclado a aquello. El pasado ya nos olvidó", comentó.

El autor relató una anécdota de una amiga que, durante una reunión, solo hablaba de sus viajes de hace décadas, lo que lo llevó a reflexionar sobre la importancia de vivir el presente: "Ella estaba viviendo su presente en el pasado. Y el resto nos miramos diciendo... ¿Y? O sea, fue eso. ¿Qué hay hoy?".

El cambio personal a través del coaching

Compartió cómo su experiencia con el coaching transformó su perspectiva y lo liberó de las rigideces que antes lo caracterizaban. "Antes yo creía que el único formato que existía era el Mario de saco, corbata, rígido, con cara de serio y opinando todo el tiempo. Y el coaching me desplumó de todo eso, por suerte. Me sacudió por dentro, como quien sacude un árbol en otoño y se caen todas las hojas", relató, comparando las certezas que antes tenía con esas hojas que ya no están.

El periodista destacó que ahora es más flexible consigo mismo y con los demás: "Me hizo menos exigente. Porque cuando sos flexible te vas adaptando y no creés que las cosas son de una sola manera. Me hizo más abierto de cabeza en cuanto a yo no tengo la verdad. Tengo una porción de verdad, pero no quiero convencer a nadie".

El enfoque optimista en "Cuestión de Peso"

Como conductor del programa "Cuestión de Peso", Massaccesi destacó que, a pesar de los desafíos, lo que más valora es poder ver la vida en todas sus formas: "Yo veo logros, veo sombras, veo mentiras, veo esfuerzo, veo coraje, veo oportunidades, veo caídas, veo la vida. En 'Cuestión de Peso' está la vida".

Este enfoque, señaló, contrasta con el periodismo tradicional que tiende a centrarse en los problemas. "A veces digo a mis compañeros de producción, ¿por qué no ponemos tal cosa? Y me dicen, '¡Dejate de joder con los problemas que hay!'. Porque el periodismo ve problemas, no ve logros en general".

El miedo como obstáculo y el poder de enfrentarlo

Massaccesi también se detuvo a hablar sobre el miedo y cómo este puede paralizar. "¿Cuántas cosas dejamos de hacer por miedo? Miedo a maternar, miedo al éxito, miedo a ser rico, miedo a ser pobre. El miedo es parte de la condición humana, pero ¿cuánto abonamos al miedo?", cuestionó.

En este sentido, contó una experiencia personal que lo llevó a reflexionar sobre cómo el miedo puede ser desproporcionado: "El sábado tenía que hacer una mini cirugía en la boca, sacarme una muela. No sabés lo que fue la previa. Preparé todo como si me fuera a morir. Y al final, en siete minutos ya estaba. ¡Cuánta previa al pedo!", comentó riéndose.

"Soltar para ser feliz": una invitación al cambio interior

Finalmente, describió lo que la gente puede esperar de la función "Soltar para ser feliz" en Tandil: "Lo que hacemos en el teatro es un sacudón interior. No es que la gente va a soltar en ese momento, pero se sacude lo suficiente como para ver eso que trae, su historia, su peso, su drama, o su miedo desde un lugar distinto. Es como balconear tu vida y ver las cosas desde otro ángulo".

El periodista también destacó la cercanía con el público que se genera durante la función: "Cuando termina la obra salimos a recibir a la gente. Somos los últimos en irnos del teatro. Es un momento de alivio, de liberación, donde lo que parecía un dramón puede verse desde otro lugar, y eso ya es un progreso extraordinario".