La normativa municipal y provincial tiene prioridad sobre la nacional. Por lo tanto, la reciente desregulación del transporte a nivel nacional no afecta la forma en que opera el transporte en la ciudad de Tandil. Albanese cree que la competencia desleal será uno de los principales problemas: "Elegirán los recorridos más rentables, dejando de lado aquellos que son necesarios pero menos lucrativos".
A poco de publicada la resolución del Gobierno Nacional que desregula la totalidad del transporte público, Daniel Albanese, presidente de la Cámara de Transporte de Tandil, explicó que esta medida, que permite a casi cualquier particular ofrecer servicios de transporte con pocos requisitos, no aplica a nivel municipal ni provincial. Por lo tanto, no tendrá impacto en la ciudad.
Más allá de esto, Albanese anticipó que la desregulación "generará problemas", incluyendo competencia desleal e inseguridad para los usuarios, además de que las ciudades más pequeñas podrían quedar aisladas.
Prioridad municipal
La normativa municipal y provincial tiene prioridad sobre la nacional. Por lo tanto, la reciente desregulación del transporte a nivel nacional no afecta la forma en que opera el transporte en la ciudad de Tandil.
El transporte urbano de Tandil tiene autonomía municipal, lo que significa que el municipio posee el poder de decisión sobre cómo se conforma el servicio de transporte, los recorridos, el parque automotor, entre otros aspectos.
Por su parte, las líneas provinciales, que operan dentro de la provincia de Buenos Aires, están reguladas por las autoridades provinciales, que tienen autonomía en estos temas.
Finalmente, la resolución nacional aplica únicamente a líneas de transporte que atraviesan dos o más provincias, o una provincia y la Capital Federal.
Críticas a la desregulación
Albanese no considera que la desregulación del transporte sea una buena noticia, especialmente a nivel nacional. A su juicio, la competencia desleal será uno de los principales problemas. Argumentó que las nuevas empresas o particulares que se sumen al transporte elegirán los recorridos más rentables, dejando de lado aquellos que son necesarios pero menos lucrativos.
"Cuando abrís el juego de esta manera, simplemente van a aparecer paracaidistas de todo tipo. Imaginate que cualquiera que tenga un vehículo con VTV, seguro y un carné habilitante va a poder hacer transporte", declaró.
Esto podría provocar el abandono de rutas menos rentables, dejando a localidades pequeñas sin servicio de transporte, ya que las empresas podrían optar por no cubrir trayectos que no resulten económicos.
"Podrían dejar de ir a determinados lugares que no son productivos. Total, ¿qué problema se hacen si ahora es libre? Pueden ir donde quieran porque incluso se les permite diagramar sus propios recorridos y horarios. La verdad es que es muy complejo. Yo lo veo difícil de aplicar y no es una buena noticia ni para los usuarios ni para el transporte en general. Esta es la realidad", expresó.
Inseguridad para los usuarios
Otro riesgo señalado por Albanese es la inseguridad para los usuarios. Según explicó, la regulación actual asegura un compromiso de calidad en el servicio: que se cumplan los recorridos, que los vehículos lleguen a destino y que cubran rutas necesarias, incluso aquellas que no sean rentables.
"La regulación asegura que vas a tener un servicio, que se va a cumplir y que llegará a los lugares donde, aunque no sean rentables para la empresa, es necesario que vaya para el desarrollo de esos sectores", sostuvo Albanese.
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Datos extraidos de Casas de Hoy