Radio Tandil. "Llovió y las maestras me llamaron y me dijeron: Daniel, no se llueve la escuela"

"La escuela se llovía hace un montón de años. Una empresa iba a hacer el techo, pero cuando le dijimos el valor no lo quiso hacer y nosotros no queríamos una membrana. Así que desde la cooperadora dijimos: vamos a intentar hacerlo, no estamos seguros, pero vamos a intentar", contó Pérez.

Organizaron una rifa y pidieron colaboración a las cooperativas del pueblo, a la gente de campo, a los vecinos. Es que en Vela todos compartieron la escuela más allá de la posición económica de cada familia.

"A la rifa la compró todo el mundo. Así que muy bien, por eso lado. Cuando estábamos en el medio del asunto, nos faltaba plata. Ahí apareció la gente de Lungui. Nos dieron 12 millones para los materiales y fue de una gran ayuda. La obra salió más o menos 30 millones de pesos. Lungui nos dio 12 millones y 18 millones juntamos nosotros con la rifa y como pudimos. No sé cómo hicimos, pero los juntamos", contó el presidente, orgulloso por la tarea.

"El techo está hecho y gracias a Dios está todo pago. Llovió y las maestras me llamaron y me dijeron: Daniel, no se llueve la escuela. Parecía imposible decir eso hasta hace un tiempo, pero pasó. La escuela no se llueve más. Después, aprovechamos y le pusimos unas puertas a unos baños que daban a afuera. Las puertas salieron dos millones, pero ahora con los calefactores al mínimo, la escuela está calentita. Entraba tanto frío que los chicos y las chicas no podían ir a hacer pis. No se podía ir al baño. Así que también se solucionó ese problema", añadió.

Quedan muy poquitos número de la rifa por vender. Este viernes será el sorteo: un novillo, dos lechones y un cajón de pollos.

Daniel insiste con los agradecimientos. No se cansa de hacerlo. "Lo importante es que pagamos todo gracias a la colaboración de toda la gente del pueblo. Colaboró el que tiene más plata y que tiene menos. Todos fueron a la escuela, porque acá es la única". Y el entusiasmo le alcanza para ir por más. "Estamos haciendo un nuevo proyecto", adelantó.

"Nosotros no pagamos un solo peso por los chicos que van a la escuela. No pagamos nada. Le dan de comer. Los atienden re bien. La verdad es que tenemos que valorar esas cosas. Hay que meterse en las cooperadoras. Si nos quejamos y no hacemos nada, no sirve. Para mí, para quejarte, primero tenés que estar adentro", argumentó.

"Tal vez en el pueblo es más fácil. La gente fue a la escuela y somos conocidos todos, entonces cuando es una obra de bien, la gente te apoya, te apoya mucho". Y razonó: "Me parece que es bueno meterse en todo lo que es público. ¿Por qué dejar que rompan una plaza, si es nuestra? Si no lo cuidamos nosotros, quién lo va a cuidar. Un amigo me decía: lo tiene que hacer el Estado. Yo también sé que lo tiene que hacer el Estado, pero bueno, no lo hace. Finalmente, las cosas son del pueblo, son nuestras, de la gente. Entonces si nosotros pasamos y miramos para el costado y no hacemos nada, las cosas se van a derrumbar. Y va a llegar un momento en el que no va a haber escuelas, no va a haber nada. Entonces yo opino que lo tenemos que cuidar. Si no nos metemos, las cosas se van a romper y no van a estar más", remarcó.