Video. Zunino: "Nosotros informamos todo y se cansan de auditarnos, medirnos, probarnos y evaluarnos"

"El debate me parece que está muy bien, es sano. De hecho, la sociedad tiene absolutamente todo el derecho de conocer en qué se utilizan los fondos públicos y, para tranquilidad de ellos, se usan bien", afirmó Zunino. Y agregó: "Yo les cuento cuáles son las herramientas que nos inspeccionan. Para las universidades está estipulado, en la Ley de Educación Superior, que la Auditoría General de la Nación (AGN) pida periódicamente que se rindan las cuentas y audite que esté todo bien hecho. Hoy, en la discusión, empieza a circular información por redes y a través de distintos actores políticos de que esto no estaría ocurriendo. Bueno, eso es falso. Esta entidad audita y lo hace periódicamente. Pasa también que no lo hace tan ágilmente como quizás debería hacerlo. Por otro lado, existen otras herramientas que están siempre funcionando. Unas son las auditorías propias e internas que tienen las universidades; otras son las que tienen los distintos fondos que vienen a pagar".

En cuanto a su experiencia en el Conicet, detalló: "Por ejemplo, en CONICET, entre noviembre y enero tuvimos dos auditorías. Se instalaron y nos inspeccionan absolutamente todo. Yo soy el titular del CONICET de la región y, por ejemplo, tuve que presentar documentación respaldando un ticket de peaje. Lo tuve que hacer con la documentación que daba cuenta de la invitación que me hicieron de una provincia que requería algo de CONICET. Esto es usual y me parece absolutamente correcto".

Además, Zunino mencionó la reciente habilitación legal para que la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) pueda auditar a las universidades: "Ahora entra en juego algo que se llama SIGEN, que es La Sindicatura General de la Nación, otro organismo que audita. Existía hasta ayer o anteayer un impedimento legal por el que la SIGEN no podía auditar a las universidades. Este impedimento legal estaba vigente desde hace dos años y se levantó muy rápidamente. El Procurador firmó un papel, una disposición, ayer o anteayer, y levantó la restricción. Ahora la puede operar. Lo que digo es que hay muchos ojos puestos sobre esto. Todos los dineros que vienen tienen que estar justificados. Es extremadamente complicado gastar algo".

Sobre los desafíos administrativos, dio un ejemplo: "El otro día teníamos que pagar una inscripción a un evento que costaba 68 mil pesos. Como se excedía de una normativa que indica que el tope son 60 mil, hubo que hacer un procedimiento tremendo. A veces, incluso, no se puede cumplimentar lo que se pide porque significa, por ejemplo, que haya tres proveedores para algo y en la realidad no hay tres proveedores porque es 'ese' evento exactamente. Entonces es absolutamente difícil gastar ese dinero. Y por supuesto que estamos hablando de montos, en la mayoría de los casos, que son realmente muy pequeños. Estos fondos de los que se habla, como imaginando cifras millonarias, se utilizan en pagar la luz, el gas, el corte de pasto, arreglar edificios, comprar bancos, pagar internet, etc."

Zunino también denunció la desinformación que circula sobre estos temas: "Antes que nada, hay mucha desinformación, eso está claro. El último cambio de la normativa (SIGEN) que hizo el Procurador General requería de una firma. Levantó la limitación con un papel, sin embargo, se dijo cualquier barbaridad de los rectores: que no dejaban entrar a auditar o no querían mostrar tal o cual cosa. Por eso digo que hay intencionalidad clara de generar desinformación en la gente para que este recorte o desfinanciamiento tenga una justificación".

Además, el investigador destacó la importancia de la universidad pública en el país: "La universidad genera, y eso está estudiado ya con números, una tasa interna de retorno. O sea, uno pone 100 pesos y el estudio universitario te paga 108 pesos en un año, y eso se va acumulando a lo largo de la vida. Esto está medido en la Argentina. Entonces si vamos a discutir esas cosas, podemos responderles los científicos con datos muy firmes y claros. Y con respecto a la ciencia también. Podemos presentar números. Está todo escrito, rendido y auditado miles de veces".

Zunino también habló sobre las dificultades de retener talento académico debido a los bajos salarios que ofrece el sector público: "Yo soy especialista en un tema de software en el que muy pocas personas son especialistas. Entonces frecuentemente hacemos asesorías a públicos y privados. Tomemos un privado, como ejemplo, de algo que pasó muy recientemente: una consultoría que la autoriza el CONICET y se informa a la universidad. Las instituciones obtienen un dinero por hacer eso. Y el que hace ese trabajo, en este caso mi equipo y yo, obtenemos una retribución económica. Ocho horas de trabajo (en ese proyecto) equivalen a una semana de mi sueldo como profesor universitario con 25 años de antigüedad, investigador principal, etc. Y eso lo paga un privado. Convengamos que el privado difícilmente pague algo que sea zaraza o que no sirva".

"Si querés le ponemos números. El instituto que yo dirijo tiene un presupuesto anual de funcionamiento de parte de la universidad, de 200 mil y pico de pesos. Son un puñado de tóneres. Y del CONICET, de alrededor de un millón de pesos. Obviamente con eso no podemos funcionar. ¿Cómo hacemos para funcionar? Buscando dinero de otros países, de privados, de otros organismos. ¿Y con ese dinero qué hacemos? Mandamos a nuestros investigadores al exterior, a interactuar con los mejores del mundo, para formarse, para comprar equipamiento. Esto sólo ocurre porque somos buenos haciendo ciencia".

Sobre la fuga de profesionales, expresó: "Ayer la Universidad Nacional de Quilmes, que tiene dos carreras de Informática, anunció que no abre la inscripción, no se pueden inscribir más los pibes, porque los profes, los docentes para esas carreras no son suficientes. ¿Por qué no son suficientes? Porque el mercado privado paga más. Paga más salir de la universidad. Y bueno, y se fueron. Y entonces el resultado es ese: el vaciamiento de una carrera exitosa, con unos 6.000 alumnos más o menos".

Zunino también relató la situación de su propia universidad: "Acá nosotros (en la Unicen) estamos ahí. Hay muchos profes que se nos han ido. Estaba intercambiando mensajes con gente que está en el exterior, que siempre extraña y todo eso, pero bueno, no da volverse. Y a esto súmale lo de 'son todos chorros'. No queda una motivación muy grande para quedarse y contribuir con la formación de jóvenes profesionales".

Por último, defendió el valor de la ciencia y el conocimiento en la economía del país: "Lo que pasa con industrias como las de Energía, por ejemplo, es que hace falta una inversión muy grande para empezar a sacar los minerales, el petróleo, lo que sea. Acá (en conocimiento) uno invierte menos. Pongo a la persona con una computadora y a otra cosa. Entonces se puede recuperar la inversión en un mes, en dos y no en 18 años".

Zunino cerró con un llamado a la verdad y la unidad: "Nosotros nos gusta discutir fuerte y mostrar números. Y una vez que eso se termina, somos todos amigos. Damos esas discusiones porque vamos a salir mejor. Ahora, si damos esas discusiones, las demos con la verdad, con los datos. Cuando dicen que los rectores no quieren ser auditados, bueno, vamos a ver la información. Hoy en día la información es fácilmente accesible. Entonces, si uno no la quiere ver, como se dice, es simplemente por necio. Porque es gratis".

"La verdad es que esta situación es desgastante. A mí me parece importante estar absolutamente unidos. Hace un tiempo estuvo parte de la Comisión de Ciencias de Diputados acá. Y los científicos planteábamos cosas más del sector. Una de las conclusiones a las que llegamos es que hay que estar más unidos que nunca. Y explicar a la sociedad el porqué, para qué, cómo, qué hacemos y demás. Porque no hay nada para ocultar. Es transparente y los resultados están a la vista. Nosotros informamos todo y se cansan de auditarnos, medirnos, probarnos y evaluarnos. Ya que a nosotros todos los años nos pueden rajar del laburo por las evaluaciones rigurosas que nos hacen. Así que... que vengan (a auditarnos)".