Salud. Importante aporte de investigadores de Tandil (Unicen-Conicet) para tratar el envejecimiento vascular

Díaz, líder del equipo integrado además por Guillermo Odriozzola, Martín Barrionuevo, María Cecilia Castro, Flavio Francini y Daniel Bia, explicó que el proyecto inició en 2007 con la colaboración de médicos e investigadores de la Universidad Favaloro, y luego se unieron el Conicet, el Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada de La Plata y el Centro de Diagnóstico e Innovación Arterial de la Universidad de la República de Uruguay.

"Es un trabajo que venimos haciendo desde hace más de 15 años. Empezamos en 2007, un grupo de médicos y de investigadores de acá de la ciudad", afirmó Díaz, quien destacó el esfuerzo conjunto de estas instituciones y mencionó el trabajo del doctor Matías Tringler, quien fue "el que nos abrió las puertas a la gente y a la comunidad de Vela" y facilitó así la puesta en marcha del proyecto.

Evaluación de la edad arterial en pacientes con diabetes

El estudio utilizó tecnología avanzada para medir la edad arterial de personas con diabetes tipo 2 y compararla con su edad cronológica, evaluando el envejecimiento vascular acelerado, una discordancia entre ambas edades que representa un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

"Cuando hay una disociación entre la edad cronológica que tiene el paciente y la edad que sus arterias dicen que tienen, eso se llama envejecimiento vascular acelerado", explicó Díaz. Destacó que este fenómeno afecta aproximadamente al 5% de la población sin factores de riesgo, mientras que en los pacientes diabéticos se eleva a casi al 30%, indicando que "casi seis veces más las arterias de los pacientes con diabetes están manifestando que están envejeciendo en discordancia con la edad biológica".

Díaz también detalló el proceso de medición, señalando que hasta hace poco tiempo no existía en Argentina la tecnología necesaria para evaluar la edad arterial. Sin embargo, el equipo pudo adquirir dispositivos que miden la velocidad de la onda de pulso en las arterias, la cual indica su estado de rigidez: "Cuando una arteria está más rígida, viaja mucho más rápido. Cuando una arteria es joven, flexible o saludable, viaja mucho más lento". Explicó que esta tecnología, aunque cara, fue clave para lograr avances en la investigación de la salud arterial y poder "medir específicamente cómo viaja la onda de pulso en las arterias".

La importancia del control de la presión arterial

Para Díaz, el control de la presión arterial es esencial para prevenir el envejecimiento vascular acelerado, especialmente en pacientes con diabetes. "Si uno tuviese que resumir todo en un punto fundamental sería el control de la presión arterial. Las arterias sufren porque la presión está alta, aparte de la diabetes, el colesterol, o el cigarrillo", explicó, recordando que la presión arterial debe mantenerse por debajo de 14/9. Según el cardiólogo, la falta de control en la presión arterial tiene consecuencias graves: "El mal control de la presión arterial se traduce en esos dos eventos tan trágicos para las personas", refiriéndose a enfermedades cardíacas y cerebrales como infartos y accidentes cerebrovasculares.

Díaz también resaltó la importancia de cambios en el estilo de vida y el acceso a medicamentos accesibles y eficaces. "Hay que convencer a la gente de que tiene que bajar de peso, que tiene que hacer ejercicio, que si está tomando una medicación tiene que hacerlo y esa medicación tiene que ser eficaz y asequible", sostuvo, advirtiendo que cuando los medicamentos son inaccesibles, la finalidad del tratamiento no se consigue por una cuestión económica.

Concientización en la comunidad

Según Díaz, el trabajo de concientización en la comunidad es fundamental. "¿Por qué no hay más y mejor control de la presión? Tal vez falta el mensaje. Por ahí las sociedades científicas tenemos que salir a la calle; los médicos salir de nuestros consultorios y hacer campañas para que la gente conozca", afirmó.

Admitió que, en ocasiones, los médicos no tienen el tiempo necesario para ser convincentes durante las consultas. "La gente no lo hace de mala, la gente no lo hace porque desconoce", puntualizó.

Díaz aportó además un dato singular. Tandil es una referencia en el ámbito cardiovascular en Latinoamérica. Y comentó: "Nuestra ciudad tiene una particularidad: tiene muchísimos trabajos epidemiológicos desde el punto de vista cardiovascular. Están todos publicados en revistas internacionales". Para él, esta trayectoria es motivo de orgullo y una prueba de la importancia de los estudios epidemiológicos en la región.

La educación pública y el rol de las universidades

Como docente y defensor de la educación pública, Díaz compartió su experiencia en el ámbito universitario y su orgullo de haber sido parte de la educación pública desde sus primeros años. "Fui alumno en la Escuela 67 del Barrio Falucho II. Es mi orgullo. Después fui a la Escuela Normal, luego a la Universidad Nacional de La Plata, hice mi carrera, el doctorado y me volví a mi ciudad", relató.

Además, resaltó el compromiso de las universidades y centros de investigación públicos con la sociedad, aunque últimamente afronten contextos de desinformación. "La auditoría en las universidades existe. Hay que mejorar el mensaje porque determinadas personas del Gobierno han instalado una comunicación bastante grosera y con falta de sustento científico", señaló. Expresó que, como investigador del Conicet y profesor en la universidad, su trabajo es también una forma de devolver a la sociedad lo que ha recibido.

Acceso a la salud y políticas públicas

Díaz destacó la necesidad de políticas públicas que faciliten el acceso a medicamentos esenciales para la salud cardiovascular y advirtió sobre las consecuencias económicas en la salud de los pacientes. "Es una cuestión de educación y obviamente tiene que haber una política pública en salud que facilite que los medicamentos lleguen a las personas. Una persona no puede gastar la mitad de su jubilación en un remedio para la presión", explicó, recordando los efectos de la crisis de 2001, cuando muchos pacientes dejaron sus tratamientos por la imposibilidad de costearlos. "Es importante que el médico convenza, que el médico recete medicamentos buenos y baratos", añadió, subrayando el vínculo entre salud y estabilidad económica.