Construcción. Gustavo Dacovich inauguró la quinta hormigonera de la ciudad: "Somos emprendedores por naturaleza"

"Somos emprendedores por naturaleza. Yo creo que emprendedor se nace y con el tiempo te vas formando. En la Argentina, ser emprendedor también significa adaptarse a diferentes situaciones, muchas veces en base al coraje y a la tozudez", aseguró Dacovich.

El empresario recordó momentos de incertidumbre vividos en el país. "La Argentina hace que todos los días te pongas a analizar cuál es tu situación real. A nosotros nos han pasado casos extremos, como encontrarnos de viaje y enterarnos de una devaluación del 50%. Fue cuando Alberto Fernández le ganó a Macri en el 2019, en las PASO, el dólar pasó de 40 a 60 al otro día, un 12 de agosto, me acuerdo como si fuese hoy. Yo no dormí esa noche porque realmente tenía un desconcierto total. No es normal que pase esto en un país".

Dacovich también compartió cómo estas situaciones son vistas desde el exterior. "Cuando vos lo contás -nosotros tenemos familiares en el exterior- ellos lo relativizan. Dicen que somos muy llorones, que tenemos muy tango, pero cuando les explicás que hubo un 15% de inflación mensual en un momento, se sorprenden. Creo que ser emprendedor tiene un grado de tozudez que muchas veces nos pone lejos del raciocinio".

En relación a las políticas que afectan a los empresarios, expresó: "El grado de convicción que tenemos está muy alejado de los parámetros de las políticas que reglamentan los sectores. Yo tengo una teoría bastante simple: no puede ser que los que toman decisiones no hayan tenido una empresa, que no hayan pagado quincenas, aguinaldos. ¿Por qué? Porque realmente hay un desconocimiento muy grande de los factores".

Burocracia

Además, cuestionó la burocracia que enfrentan los emprendedores: "Hay mucha burocracia para establecer un proyecto. Burocracia menor, pero que no te deja terminarlo o habilitarlo. En el medio, vos tenés la inversión que hiciste con esfuerzo propio o porque vendiste bienes. Sería bueno fomentar que, tanto en el orden municipal, provincial como nacional, los sectores que promueven los emprendimientos estén al tanto de lo que es un emprendimiento y faciliten -no regalen, por supuesto- la gestión".

Incluso para empresarios experimentados, los obstáculos persisten. "Cuando te parece que todo ya está a punto de salir, algo aparece. Algo siempre aparece. Al emprendedor que realmente invierte habría que ayudarlo, acompañarlo, para que llegue al corte de cintas".

Sobre su nueva hormigonera, explicó: "Nosotros apuntamos a brindar un servicio de entrega de hormigón. Lo proyectamos paralelo a la constructora. La constructora nuestra va a tomar hormigón, como venimos tomando, pero también le va a vender a cualquier cliente. Hoy en Tandil en total somos cuatro hormigoneras -cinco con una empresa que se dedica mucho al servicio- y las cuatro somos muy buenas. Hay gente con mucha trayectoria y responsables, y a nosotros eso nos pone también la vara más alta. Tenemos un muy buen producto para salir al mercado. Eso es lo que hemos corroborado".

Respecto a sus expectativas, agregó: "Hemos hecho las evaluaciones, el estudio de mercado pertinente, y consideramos que con los metros cúbicos que se venden en Tandil, tranquilamente una hormigonera puede participar. Después veremos cómo nos acompañan los clientes y qué parte de la torta nos permiten tomar. Por lo pronto, estamos dispuestos a empezar de a poco. Para el después, somos muy optimistas".

Empuje de la construcción

Dacovich ve un futuro prometedor para la construcción privada en Tandil. "Para mí este es un buen momento para la construcción en la ciudad. Tandil es una isla según tengo entendido y por lo que conozco de otras zonas. Hay que entender que no hay obra pública, o es mínima. Algo de lo que está todavía vigente está muy conversado por las actualizaciones de valores, por todo lo que sabemos del año pasado. Lo que pasó no es gratis".

El empresario también señaló una tendencia creciente en las naves industriales: "Dentro de lo privado, hay una gran diversidad de inversores, tanto sea en edificios como en naves industriales. Es algo nuevo que apareció últimamente. Refleja que hay clientes y potenciales clientes que están tomando ese tipo de estructuras para alquilar y tener una rentabilidad interesante".

"Tenés dos temas con los galpones, con las naves industriales. Uno es el dinamismo con el que se construye. Lo rápido que se construye. En dos meses tenés una nave de 350 o 400 metros. La inversión es mucho menor. No es lo mismo una estructura para un edificio, que lleva un montón de gremios para poder terminar, que una nave industrial pelada, que lo único que tiene es un área de servicio, baño, kitchen, piso y paredes. Entonces, todo eso hace que sea más dinámico".

En cuanto a la rentabilidad, añadió: "La recuperación de la inversión también es más rápida. Si te pones a hacer un edificio, es probable que puedas disponer de eso dentro de 2 años, 2 años y medio. En un galpón estás hablando de entre 4 y 6 meses. Y luego, libre o para la venta o para el alquiler".

Unión empresaria

Finalmente, hizo una autocrítica sobre los empresarios y la falta de unión: "¿Me preguntás si la política nos da bola como empresarios o como dirigentes empresarios? La respuesta es no. Realmente no. Los empresarios lo facilitamos. ¿Por qué? Porque cada emprendedor es un ente autárquico. Piensa que él debe pelear por lo de él. Y esos egos hacen que no podamos actuar juntos. Eso lo podés hacer en épocas de crisis, cuando estamos todos llorando en el mismo rincón. En épocas de bonanzas somos todos Bill Gates".

Y cerró: "No hay gobierno que no se rasgue las vestiduras diciendo que las pymes son el motor de la Argentina, pero hay mucho chamullo, hablando criollo".