Perspectivas. El crushing de soja alcanza máximos históricos en el país

Importaciones y Exportaciones: Pilares del Récord

Uno de los factores clave detrás de este éxito fue el rol de las importaciones de soja, que representaron el 17% del total procesado, con 5,75 Mt ingresadas al país. Este nivel de importaciones ubica a la campaña actual como la tercera con mayor participación de soja extranjera en la molienda y la segunda con mayor volumen de importaciones hasta la fecha.

Por el lado de las exportaciones, la demanda internacional de derivados de soja, como harina y aceite, impulsó los números. La campaña 2024 se posicionó como la segunda con mayor volumen de exportaciones de harina de soja y la segunda con más toneladas embarcadas de aceite de soja, solo superada por la campaña 2006/07. Este escenario explica por qué el crushing alcanzó niveles históricos: los productos derivados tuvieron una alta participación en el total de embarques, reduciendo la proporción de poroto sin procesar.

2025: Continuidad en un Contexto Global Demandante

El 2025 no se quedó atrás. Según datos preliminares de la agencia marítima NABSA, en enero se embarcaron 360.000 toneladas de aceite y 1,83 Mt de harina de soja, valores máximos en cuatro años para ese mes. Este desempeño responde a una demanda global sostenida por aceites y derivados, que mantiene a la industria argentina en un ritmo acelerado.

Perspectivas Climáticas y Productivas

Sin embargo, no todo es optimismo. Las condiciones climáticas han generado preocupación en el sector. Hasta mediados de enero, las escasas lluvias y las altas temperaturas en la zona núcleo productiva pusieron en riesgo los cultivos de soja, especialmente durante el crítico período de floración. Consultoras como LSEG y Oil World ajustaron sus proyecciones de producción para Argentina a 50 Mt y 48 Mt, respectivamente, por debajo de las 53 Mt inicialmente esperadas.

Las lluvias registradas a mediados de enero, con acumulados de 76 mm en la zona central, aliviaron parcialmente la situación, pero los expertos advierten que se necesitan más precipitaciones en febrero para asegurar los rendimientos. En Paraguay, otro importante proveedor de soja para Argentina, la ola de calor y la sequía también afectaron la producción, con estimaciones que apuntan a una caída interanual del 22%, lo que podría impactar en la oferta regional.

Precios y Competitividad

La combinación de una dinámica exportadora sólida y la incertidumbre climática ha impulsado los precios de la soja. En el mercado disponible, la tonelada de soja alcanzó los AR$ 320.000 esta semana, mientras que los contratos de futuros para mayo de 2025 llegaron a máximos históricos. El poder de compra del sector industrial y exportador aumentó un 25% desde diciembre, beneficiándose también de la baja temporal de retenciones.

En el frente de los cereales, el maíz ha ganado protagonismo frente al trigo. Durante el primer trimestre de la campaña 2024/25, las exportaciones de maíz superaron ampliamente las de trigo, una situación inusual que se explica por la alta competitividad del maíz argentino en el mercado internacional y la fuerte demanda de Brasil.

Incertidumbre Geopolítica y Volatilidad en los Mercados

La política comercial de Estados Unidos también ha influido en la volatilidad de los mercados. La imposición de aranceles a México, Canadá y China generó caídas iniciales en los precios, pero las negociaciones posteriores y la postergación de las medidas devolvieron el optimismo al mercado. China, por su parte, evitó incluir a la soja en sus aranceles de represalia, lo que contribuyó a una recuperación de los precios.

Este artículo fue elaborado en base al informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, con contribuciones de Matías Contardi, Blas Rozadilla y Emilce Terré.