Universidad. Aba encabezó el Consejo Superior que debatió como responder al Gobierno y profundizar el reclamo por los fondos

"Entendimos que el devenir de los hechos hacía necesario convocar a una sesión extraordinaria, que no es más que una reunión como cualquier otra, pero convocada a un solo efecto. Y en este caso, el tema era tratar la situación de las universidades públicas nacionales, fundamentalmente en lo presupuestario, aunque no únicamente, y dentro de ese contexto, la situación de nuestra universidad", comenzó Aba al explicar el motivo de la sesión.

Destacó la necesidad de visibilizar la problemática y organizar un plan de acción para enfrentar las dificultades que atraviesa la universidad: "El objetivo fue tratar de encauzar un plan de acción en cuanto a cómo visibilizar, cómo llevar adelante distintas medidas de manera organizada que nos permitan que la sociedad siga acompañando, como viene acompañando, a la universidad pública".

Una de las preocupaciones centrales del rector fue aclarar el manejo de los fondos de la universidad y los mecanismos de auditoría existentes: "Una parte especial de la reunión fue poner muy en claro todos los sistemas de auditoría que nosotros tenemos, donde no solamente tenemos rendiciones, boleta sobre boleta, de lo gastado de los fondos que recibimos, sino que el 90% del presupuesto son salarios y el propio ministerio los tiene en línea. Es decir, en el momento que nosotros disparamos el pago de salarios, el Ministerio sabe en qué gastamos el 90% de la partida de ese mes, que es la que destinamos a salarios. En otras palabras, de cada 10 pesos, 9 van a salarios y mes a mes está con nombre, apellido, CUIL, de qué trabaja, en qué facultad, rectorado y todos los datos".

Además, explicó que aunque el 10% restante no requiere rendición por ley, este monto también está controlado: "De lo que queda, el 10%, por ley no se rinde, pero sí se carga en el sistema y la Secretaría de Políticas Universitarias tiene acceso a ver el gasto. Es decir, saben en qué lo gastamos. Lo que no tienen es la factura de la luz, la factura del gas, la factura del combustible gastado o lo que fuere. No tienen la factura, pero sí saben en qué lo gastamos".

Aba también defendió la independencia de los mecanismos de auditoría interna de la universidad: "Todo eso está auditado por una auditoría interna, que, como reiterábamos ayer, no es política, no la traigo yo cuando llego al rectorado, es un equipo de auditoría que es transversal ya a las últimas gestiones, con lo cual ha ganado su propia independencia, que audita todas las actividades de la universidad".

El rector aclaró que además de la auditoría interna, la universidad está sujeta a controles por parte de organismos nacionales: "Todo eso es auditado por la Auditoría General de la Nación, que critican porque viene lento, pero es responsabilidad de ellos que venga más rápido, no nuestra. Además, a partir de la semana pasada, volvimos a la situación de 2022, a estar auditados por la SIGEN. Ya ahora no nos queda otro organismo que nos pueda auditar: tenemos auditoría interna, tenemos la certificación de la Coneau que también realizó una evaluación integral de todo el sistema de la universidad; tenemos la de la AGN y ahora SIGEN".

Aba recordó que durante 30 años la universidad fue auditada por la SIGEN, desmintiendo las acusaciones de resistencia a ser controlados: "Estuvimos 30 años siendo auditados por la SIGEN. Dicen que nosotros no queríamos ser auditados por la SIGEN, pero lo estuvimos durante 30 años y recién en 2022 se decidió que no fuera así. Y no lo decidimos nosotros, lo decidió el Estado. Solamente en 2023 no se auditó. Ahora, a partir del ejercicio 2024, que se audita en 2025, volvemos a estar dentro de la SIGEN".

El rector también lanzó una crítica al gobierno, sugiriendo que el motivo de la falta de envío de fondos no está vinculado a problemas de auditoría, sino a una estrategia política para limitar los recursos: "Ahora estamos siendo auditados por todos, pero la pregunta que hay que hacerse es si ese era el motivo por el cual no nos mandaban fondos. ¿O en realidad esa era una forma de decir: no mandamos más fondos? Otra forma, como en su momento fueron las cuestiones del adoctrinamiento, la caja de la política, la fabricación de estudiantes para recibir más presupuesto, y todos esos argumentos que mes a mes van cambiando. Ya parece muy claro que el problema es no mandarnos los fondos que nos corresponden".

Aba se refirió también al principal problema que enfrentan hoy en día: el retraso salarial del personal. "El principal problema que tenemos hoy en día son las partidas salariales. Nuestros trabajadores, docentes y no docentes, tienen un retraso muy importante. Hay una diferencia de prácticamente un 40 o 50 por ciento, según la categoría. En algún caso, donde se perdió la garantía salarial o el FONID, puede llegar a ser quizá hasta un 60 por ciento. Aumentos hubo, pero no siguiendo ni de cerca a la inflación, y ni mucho menos, como suele decir el señor presidente, ganándole a la inflación", detalló.

El rector concluyó con una reflexión personal sobre las acusaciones que se han hecho, tanto a nivel nacional como local, que ponen en duda su trayectoria: "Cuando el principal capital que uno ha acumulado en su vida no es económico, sino su trayectoria, a fuerza de ganarse un respeto, en base a ir concursando, compitiendo, siendo votado en una elección, es decir, siempre respaldado por una comunidad, es difícil y cuesta cuando de pronto funcionarios del nivel de un Presidente o de un Ministro de Economía nos tratan de 'chorros'".

"Si suponen que somos chorros, deberían venir a demostrarlo, así funciona nuestro sistema. Pero bueno, uno aprende a convivir con eso, aunque duele mucho porque pega en lo que uno tiene como mayor capital", concluyó Aba, destacando la dureza de las críticas que reciben.

Aba cerró su intervención recordando la importancia de recapacitar antes de responder a las acusaciones, tanto en el ámbito nacional como local, donde también han surgido comentarios en línea con los ataques a nivel nacional: "Claramente no es fácil. Muchas veces uno siente la necesidad íntima de salir a responder, y no solamente a nivel nacional, sino también a nivel local, porque hubo comentarios, pero el lugar que uno ocupa hace que recapacite".