Eso fue el 21 Tandil Cine. Fue respirar todo eso y mucho, mucho más; fue advertir el ingreso de las gotas de las artes por los ojos y por los poros para que siga macerando la emoción en nosotros vaya a uno a saber por cuánto tiempo más.
por
Alejandro Latorre
Bajar al subsuelo de la Biblioteca Rivadavia, escuchar al maestro de ceremonia - porque ir al cine es eso, es concurrir a una ceremonia- Ernesto Palacios; sentir la presencia de Julio Varela, de Eduardo Saglul, de Juan Perone, otro de esos maestros del periodismo que se hizo a escenas y escenas para pintar nuestra aldea. Seguir con Torre Nilsson, Antín, Borges, Arlt y Güiraldes sobre nosotros todos los días, todas las noches, picoteándonos el marote a pura inteligencia.
Continuar la senda del buen gusto en el Teatro de la Confraternidad con la Banda municipal y la parla seductora de Alonso y ese entrenamiento de la sensibilidad al que no se accede así nomás.
Refrescarse la cara con la lluvia antes de ingresar al Multiespacio cultural y quedar atrapados en los cortos de la pibada de este tiempo preocupada porque el mundo sea un territorio de igualdad y de paz. Volver a la sala INCAA donde el gran Lester nos enamoró de Coco y de su luna; abrazar con silencio a la hija de la psiquiatra que creó belleza con la partida de su madre víctima de alzheimer y terminar bailando desaforados rock con Prodan y la Bigornia.
Eso fue el 21 Tandil Cine. Fue respirar todo eso y mucho, mucho más; fue advertir el ingreso de las gotas de las artes por los ojos y por los poros para que siga macerando la emoción en nosotros vaya a uno a saber por cuánto tiempo más.
Por eso, este escribiente agradece lo vivido y cree que, tras esos baños de magia singular, el tiempo que viene ya no será igual.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
25 de diciembre de 2024 - A pesar de la estabilidad en los precios, la situación económica del país sigue siendo un factor determinante, limitando el poder adquisitivo de los compradores. leer mas
Datos extraidos de Casas de Hoy