Ascenso . Lúgaro destacó la importancia de la Unicen para jóvenes del interior: el 86,3% es primera generación de universitarios

"Transitando la Unicen hay aproximadamente unas 18 mil personas en las tres sedes (Tandil, Azul y Olavarría) y la subsede de Quequén", señaló Lúgaro, destacando el alcance y la importancia de la universidad para la región.

Uno de los datos más significativos es el alto porcentaje de estudiantes que son la primera generación de universitarios en sus familias. "Se hizo un estudio sobre si son primera generación o no de universitarios y el dato para mí fue muy sorprendente. El promedio general es 86,3% de primera generación de graduados. Y si nos vamos a los datos por facultades es aún más significativo: cuanto más bajo es el nivel de estudio de padre o madre, más se inscriben en, por ejemplo, Ciencias de la Salud, es decir, en Medicina", afirmó Lúgaro. "Medicina es una de las carreras que tiene mayor porcentaje de padres o madres con nivel secundario, pero no universitario. La segunda es la Facultad de Exactas; la tercera, Ciencias Sociales en Olavarría y cuarta, Humanas. Evidentemente, se mantiene como desde hace tantos años, yo te diría un siglo, eso de 'mi hijo el doctor'".

Además, resaltó que "casi un 70% de la matrícula viene de escuelas públicas", mencionando que en Tandil, las escuelas que más aportan ingresantes son la Escuela Normal, Comercio, Polivalente, Técnica 2 y Secundaria 2 (Villa Italia).

Lúgaro también cuestionó la tendencia a comparar a la Unicen con otras universidades: "Cuando comparamos universidades, en general tomamos a la Universidad de Buenos Aires como referencia. Y es un error, porque hay otras 60 universidades a lo largo de todo el país que tienen otras realidades".

Respecto a las oportunidades para jóvenes de poblaciones rurales, Lúgaro enfatizó la importancia de las becas: "He visitado lugares de población dispersa, pueblos muy pequeños. La única posibilidad de salir de esos lugares es con ayuda, y las ayudas son de las becas. Fue muy importante la creación de las becas Progresar o las becas General Manuel Belgrano a partir de 2005 aproximadamente. Ahí se ve cómo claramente aumentó la matrícula".

También remarcó la procedencia de muchos estudiantes de la Unicen: "Si miramos los datos de procedencia de esos estudiantes, vemos que vienen de lugares recónditos de la provincia de Buenos Aires. Que no vienen de ciudades grandes. Y que la única forma que tenían era accediendo a una beca o a una beca de residencia, como las que tenemos nosotros en las tres sedes".

Lúgaro subrayó el apoyo que reciben los estudiantes en sus primeros meses en la universidad: "Además de las becas, acá se encuentran con mucha calidad humana. En todas las sedes vas a encontrar, por ejemplo, una oficina de bienestar o de alumnos. Gente que los ayuda a acomodarse. Muchos de ellos se encuentran perdidos a la hora de estudiar, de encontrar las técnicas de estudio. Hay gabinetes psicopedagógicos, psicológicos, todo eso ayuda a pasar mejor de la escuela secundaria a la universidad".

Para Lúgaro, es fundamental el acompañamiento integral que ofrece la universidad: "Se abraza a ese nuevo ingresante que viene con muchas dificultades. No solamente económicas, sino también que ha tenido malos secundarios. Hay que ayudarlos también en contenidos. A que no fracasen en los primeros meses. Todo eso forma parte de la universidad, no solamente ayudas económicas".

Finalmente, expresó su preocupación ante la falta de conocimiento sobre la relevancia de la universidad pública: "Es triste. No se conoce todo lo que se está diciendo. Hay familias, hay deseos que se truncan, expectativas que no llegan. Y que condenas a quedarse en lugares no pensados. Retirar la universidad es sacarle herramientas a esos chicos. Las herramientas que aporta la universidad cambian las vidas de las personas, eso es indiscutible".

Sobre el cierre, Lúgaro destacó el rol de la universidad en la transformación de vidas, particularmente para quienes provienen de sectores más desfavorecidos: "De lo contrario, el código postal nos determina cómo va a ser nuestro futuro. Porque si yo vivo en el medio de la provincia de Buenos Aires, en un pueblito, en el medio del campo, mi vida para acceder a una universidad va a ser muy difícil. Y más si mis padres trabajan en el campo. Eso es lo que no estaba sucediendo. Eso es lo que estamos peleando en todas las universidades. Para que cada uno, chicas, chicos y gente grande también, que desea cambiar su vida, porque realmente, esto, la universidad abre puertas y genera herramientas, pueda hacerlo. Que sea para todos, para ricos y para pobres. Para los que fueron a los mejores colegios, como para los que fueron al colegio más recóndito del país".