Infancia

Temperaturas bajo cero: "A los pibes que están en la toma hay que abastecerlos ya"

"No podés vivir midiendo todo en lógica electoral. Hoy tenés que ir en auxilio. Tandil es muy fría, muy complicada. No podés dejar ahí 120 familias, 127 pibes, a la buena de Dios", reclamó Walter Fernández, fundador de Granja Los Pibes y del movimiento Chicos del Pueblo.

Walter Fernández, fundador de Granja Los Pibes, pidió una respuesta rápida y contundente a la demanda de alimento y abrigo de los menores que están en el predio tomado en Movediza, en el marco de una ola de frío que no cesa. Algunos de esos niños, asisten a la Granja.

"Tenemos pibitos que son de la toma, algunos cuyas familias estaban en otro lado, pero los alquileres se dispararon y quedaron en la calle. El censo del que me dieron cuenta habla de 120 familias y 127 pibes", explicó Fernández.

Pidió el compromiso de los funcionarios con los niños más allá de las lecturas políticas que se hacen en torno a las tomas.

"Hay que hacerse cargo. En lo personal trato de ocuparme. Ya hubo dos chiquitos internados con bronquiolitis y lo peor es que no son los únicos pibes que la pasan mal con el frío que hace en Tandil. Muchísima gente la pasa mal en los distintos barrios", añadió.

"No se puede hablar de un tema de hoy. En 20 años, este gobierno no se ha hecho mucho cargo de los problemas sociales de la gente. De que tengan vidrio para las ventanas, acceso a una calefacción o un buen techo. No se ha hecho eso. Pero bueno, llegaron dos chiquitos al Hospital, fueron internados y entonces ahí sí se armó un gran revuelo".

"Después escucho que van a mandar médicos para censar o hacer cosas que ya están hechas, porque ya las ha hecho Diego Araujo desde la Defensoría. No quiero ni pensar, pobre gente, cómo le estaría yendo de lo contrario. Está bárbaro que mandemos a los médicos, pero si el médico recomienda que a ese nene le den un antibiótico ¿Qué hacemos? ¿Quién compra el antibiótico? Si precisa abrigo ¿Quién lo compra? O vidrios, una estufa, leña y tantas cosas".

-¿Qué se puede hacer?

-Nosotros tenemos la posibilidad -como Granja- de hablar con el Ministerio de Recursos Humanos de la Provincia, con Larroque. Hablamos con la gente de Infancia, con Andrea Cáceres. La llamamos, le contamos lo de la toma y le dijimos que hizo 10 grados bajo cero en Tandil. Le dijimos que precisábamos urgente que mandaran abrigo y alimento. Buenos, a los dos días llegaron 150 frazadas. Y este sábado se repartieron. Esta semana viene gente del Ministerio y vamos a terminar de arreglar el tema de los alimentos.

-Muchos no quieren quedar pegados políticamente con las tomas porque saben que hay un rechazo social a esa metodología.

-A mí no me preocupa que la gente me asocie con la toma. Me tiene sin cuidado. A mí me gustaría realmente que la toma la resuelva la Política, pero creo que la va a terminar de resolver la Justicia. Más allá del hecho en sí de la toma, a mí lo que me preocupa es la gente. Tenemos pibes, adultos y también tenemos abuelos. ¿Qué vamos a esperar? ¿Que se nos mueran?

Dicen que seis meses se tienen que ir. Eso es lo que se está diciendo hoy, aunque hay que esperar que pase ese tiempo y veremos si es así. ¿Y en el mientras tanto qué hacemos? ¿Y después qué hacemos con esa gente que es desalojada? ¿Van a ir a otro lugar? No se ven soluciones, por eso creo que la solución la tiene que dar la Política. Si en Tandil hubiera suelo urbano, no pasarían estas cosas.

Con respecto a los pibes que están en la toma, digo que para mí son pibes que hay que abastecer ya, en este momento, no importa en qué situación. No, yo nunca mido las cosas en lógica electoral. Primero porque no soy candidato a nada, pero si lo fuera, no lo haría tampoco. Hay cosas que hay que hacerlas y se hacen. No podés estar midiendo que si hacés algo, hay gente que no me va a votar o se va a enojar o me va a putear y otros me van a aplaudir. No podés vivir midiendo todo en lógica electoral. Hoy tenés que ir en auxilio. Tandil es muy fría, muy complicada. No podés dejar ahí 120 familias, 127 pibes, a la buena de Dios.

-Pero lo que pasa en la toma no es muy diferente de lo que ocurre, a pocos metros, en algunas zonas de Movediza.

-Exacto. Cerca de ahí, fuera de la toma, en el barrio, la situación es la misma. ¿Cuál es la diferencia? Que los terrenos son tomados, pero... la calidad de vida, el frío y el resto es lo mismo. Pasan el mismo frío la gente que vive en una casita en La Movediza que los que están viviendo en la toma. No hay mucha diferencia.

-¿Llegan a la Granja con pedidos de ayuda para pagar la luz y el gas?

-Sí, permanentemente. La compra de la garrafa, la leña, que es lo que más podemos solucionar nosotros y por eso hacemos leña. El año pasado hicimos 80.000 kilos. Te piden ropa, pañales. Cosas, te digo, que hacía bastante que nosotros no recibíamos como pedido. Y no estoy diciendo esto para defender lo anterior. Si hoy tenemos a Milei es porque hay cosas que hemos hecho nosotros como el carajo, sinceramente.

-De hecho, el movimiento Chicos del Pueblo, que vos integrás, hizo varias marchas durante la gestión de Alberto Fernández.

-Así es. Es un problema que la infancia no tenga voz en este país, que no sea reconocida. Hicimos encuentros en Mar del Plata, en Chapadmalal, en verano. Estuvimos juntándonos. Es el antiguo movimiento pero rejuvenecido. Hoy, de los viejos, está Quique, estoy yo, y algún compañero más. Después son todos pibes.

La última marcha fue el 13 de julio, en la Ciudad de los Niños. Se hizo ahí porque es todo un símbolo. Después de esa marcha y de que los pibes hablaran -y contaran lo que les estaba pasando- salió gente muy ligada al Gobierno de Milei a criticarnos porque dijeron que usábamos a los pibes en la política.

Y justamente nosotros hicimos la actividad en la República de los Niños porque es el lugar que hizo Evita, no solo para que los chicos vayan a jugar en una hamaca, que también lo hacen, sino para que conozcan las instituciones de la República que están todas representadas. Efectivamente a ese lugar van los chicos, se sientan y hacen el papel de concejales, de diputados, discuten y debaten.

Y yo pregunto ¿por qué los pibes no pueden hablar? ¿Por qué un pibe de 16, 14, 15 años no puede decir lo que siente o lo que pasa, lo que él ve que pasa en su barrio?

-Y por otro lado hay proyectos para bajar la edad de imputabilidad a los 13 años...

-Exactamente. No pueden hablar, pero sí pueden tener la responsabilidad a los 13 años de ir en cana. O a los 16 pueden ir a votar, asumiendo la responsabilidad de elegir un presidente en un país, pero no pueden hablar de lo que pasa en su barrio. ¿Qué creen? ¿Que no ven lo que sucede? ¿Que son tontos? ¿No pueden decirle a la gente no hay trabajo y pasan hambre, pero si pueden votar? ¿Por qué no lo pueden decir? Es un menosprecio total. Uno de los que criticó fue Garro y al otro día lo echaron.

-¿Ustedes hablan con los pibes en la Granja? ¿Les preguntan?

-Sí, totalmente. Y saben muy bien lo que les pasa. Algunos pibes tienen un aprendizaje a fuerza de palos que no lo tienen algunos adultos. Obligadamente, además, porque si no, no pueden sobrevivir. Desde el día que inauguramos la Granja, y también antes de la Granja, en La Casa del Niño, hace 40 años, empezamos a recibir adolescentes y empezamos a charlar, para preguntarles si sabían de por qué estaban en el lugar que estaban. Si el pibe no se da cuenta de por qué está ahí, nunca va a poder hacer ese clic que le permita cambiar. O pelear, o militar, o trabajar, o hacer algo que le permita que su hijo no repita la historia. Nosotros tenemos cientos de casos. Ayer, con el día lindo, estuvieron algunos. Fueron a visitarnos a la Granja. Ya los primeros tienen 45 o 47 años. Todos laburantes hoy. Y lo mejor de todo es que los hijos de ellos no van a la Granja porque no tienen necesidad. Porque tienen trabajo sus padres.

Otros más jóvenes, pibes de 24 o 25 años, trabajan allá. Tienen su sueldo. Se están haciendo su casa, en La Porteña, por ejemplo. Hay tres que se están haciendo su propia casa. Ya la están terminando. Y están con nosotros desde los 4 o 5 años.

-¿Qué te pasa por la cabeza cuando te critican por hacer hablar a los pibes al mismo tiempo que están haciendo leyes para poder meterlos presos como un adulto?

-Es una hipocresía total. Una hipocresía. Porque siempre nos dijeron eso, ¿no? Que íbamos a la escuela y adoctrinábamos. Ahora yo veo que el presidente les habla a los estudiantes en un acto y les hace gritar Viva la Libertad.

-¿A vos no te cae mal, ni en uno ni en otro caso?

-No. Para nada.

-¿Por qué no?

-Porque los chicos son sujetos de derecho ¿por qué los separamos de la política? ¿O los separamos según jueguen o no para nosotros? Me parece una hipocresía total.

-¿Qué te pasa con el caso Loan?

-Lo vimos a lo largo de 40 años con el Movimiento Los Chicos del Pueblo. Lo hemos visto y es terrible, ¿y que siga pasando? El caso Loan es un caso que me pegó en la línea de flotación. Ya sos más grande y mirás las cosas con más calma, y te acordás de María Soledad y tantas otras chicas y chicos, y cómo se vincula todo, y sabés que... uno no quiere ser pájaro de mal agüero, pero...

-Va camino a quedar en la nada...

-Me parece que sí, va camino a quedar en la nada.


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