¡Yo sabía que no tenía que ir! Sentía que esto me iba a pasar. ¿Para qué hablé? Estaba segura de que me tenía que callar. Decimos estas frases cientos de veces porque son saberes innatos que vienen de la intuición, pero no siempre los escuchamos. En la primera y única Escuela de Estudio de la Intuición (EDEI) se enseña un método especial basado en el pensamiento intuitivo que todos tenemos, para lograr vivir mejor y en paz, con uno mismo y con el otro: "Enseñamos que para todos los errores que comete el ser humano, siempre antes existió en el cerebro un aviso que le dijo que eso iba a pasar", dice María Eugenia de Filippis Vidal, maestra y responsable del Departamento de Contenidos de este espacio que lleva formados a más de 10.000 alumnos en forma gratuita.
Ubicada en el barrio de Saavedra, la Escuela fue fundada por Carlos Conti en 2001, quien también creó el mecanismo de comprensión de la intuición. "Si bien hace más de tres mil años que se habla de la intuición, Conti fue el primero en desarrollar un método sistemático que demuestra que existe una secuencia de pensamientos en nuestra mente que tienen un orden interno, y uno de esos pensamientos es la intuición", explica Jorge Marxer, maestro y director de la EDEI.
Los contenidos que se estudian en la Escuela de Estudio de la Intuición están definidos por la enseñanza en valores: dignidad, nobleza, respeto y solidaridad.
El método y sus pensamientos
La Escuela -única en su tipo- propone un método que consiste en reconocer los "avisos", que vienen de nuestra naturaleza, y que recibimos ante cualquier situación. Según la secuencia de pensamientos, existe un primer pensamiento intuitivo y luego un segundo pensamiento racional que se opone. Si actuamos desde este segundo pensamiento caeremos en el error, por ello se enseña a prevenir, a oír nuestra intuición para realizar una acción 100% acertada.
Por ejemplo: 1º pensamiento: No comas. 2º pensamiento: Pero está rico. Error: Comí de más. Si eso se repite en el tiempo repercute en la salud como consecuencia. Si prestamos atención al aviso, a ese primer pensamiento, haremos lo correcto.
"El pensamiento intuitivo es algo que cualquiera tiene latente, pero es muy importante estudiarlo para que se desarrolle. Cuando el alumno se da cuenta que el pensamiento intuitivo y el racional son dos espacios diferentes en la mente, aparece la conciencia y la posibilidad de elegir", dice de Filippis. Esto aplica para todas las acciones y en todos los ámbitos: en el trabajo, en la relación familiar y en la sociedad. Es así como el pensamiento intuitivo trabaja desde cosas muy pequeñas, como la forma de alimentación hasta la elección de un trabajo o la conducción de un país.
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